Sobre la Caravana de la Muerte para la expo Emancipadas y Emancipadoras bajo la curaduría de Karen Bernedo.
Es una metáfora sobre la representación del paisaje que vieron las mujeres que conformaron la caravana de la muerte. Sucede que las mujeres que apoyaron a la revolución de Tupac Amaru fueron sentenciadas al destierro y obligadas a ir de la ciudad del Cusco al Callao a pie y descalzas. Dicha sentencia la asumieron noventa y dos mujeres, de las cuales diecisiete eran niñas. Ellas partieron el primero de octubre, pasaron por Huamanga y Lima hasta el Callao; este, fue un recorrido de 1,400 kilómetros de tres meses. Después de llegar al Callao las mujeres debían ir a México en un buque.
Sin embargo, de las noventa y dos solo llegaron quince. La mayoría murió en el camino por enfermedades, fatiga, hambre, por las inclemencias del clima y por la falta de apoyo médico y humanitario frente a las adversas condiciones.
Sin embargo, de las noventa y dos solo llegaron quince. La mayoría murió en el camino por enfermedades, fatiga, hambre, por las inclemencias del clima y por la falta de apoyo médico y humanitario frente a las adversas condiciones.
Este castigo no solo muestra la crueldad e inhumanidad que ha sido tratado cualquier tipo de levantamiento desde el pueblo indígena sino que busca ser ejemplar castigo para apagar cualquier intento de resurrección en el futuro.
A nivel conceptual, la propuesta trata de reinventar la llamada “caravana de la muerte” como el primer castigo de género institucionalizado donde se busca eliminar una generación a través de las mujeres, además de utilizar la exhibición del sufrimiento de la mujer como botín de guerra. Históricamente este tipo de vejaciones y asesinatos de género se siguió y siguen ejecutándose en diferentes momentos, como en el Conflicto Armado Interno, migraciones forzadas, feminicidios, violaciones sexuales , desapariciones, esterilizaciones forzadas etc. Hasta la actualidad el número de víctimas se torna infinito y la caravana del ayer parece no haber acabado aún. Es así, como el objeto textil busca generar un paralelo entre el éxodo de mujeres indígenas que pertenecieron a la caravana de la muerte con diferentes olas de feminicidios que hemos vivido y vivimos en la actualidad.
A nivel formal este textil trata de generar un símil entre el número infinito de personas, el de muchas generaciones, miles de familias e hijas víctimas con el número de estrellas de una constelación. Recuerda, que cada punto-luz es un ser y que por un momento durante, el dolor pasado o el dolor presente, vieron el mismo cielo que hoy nosotros vemos.
Hoy, la caravana se convierte en protesta que habla sobre nuestro origen y el compromiso de lucha por una vida justa, cada participante de esta marcha, todas ellas tratan de estar enumeradas en las líneas imaginarias que forman el cielo, que a su vez son frustradamente contabilizadas por el usual sistema de numeración textil.








“Existen sin embargo muchas otras heroínas cuyos aportes, hazañas y sacrificios permanecen en el anonimato, sus representaciones son escasas y poco conocidas a pesar de existir documentación y archivos que respaldan la trascendencia de sus historias. Tal es el caso de las mujeres que participaron de la rebelión de Túpac Amaru, como la Cacica de Acos, Tomasa Tito Condemayta, Cecilia Escalera Túpac Amaru y Marcela Castro, así como los martirios sufridos por la descendencia de sus familias a lo que se conoció como La caravana de la muerte, una caminata a pie desde Cusco hasta Lima en la que perecieron de hambre, sed y cansancio 75 mujeres y 17 niños.” Karen Bernedo, Curadora de la muestra Emancipadas y Emancipadoras.
Links:
Visualizar la muestra, gracias a Canal Museal
http://ccelima.org/evento/emancipadas-y-emancipadoras/
Placa negra donde lleva grabado los nombres de las noventa y dos mujeres, a las que llaman “las mártires de la Caravana de la Muerte” en Centro de Estudios Histórico Militares del Perú colocó una placa en una de las paredes del Panteón de los Próceres, en la Casona de San Marcos.
“Las mujeres en la independencia de América Latina. Heroínas y luchadoras por la libertad“, de Sara Beatriz Guardia, pág. 45, 2000.